miércoles, marzo 20, 2013

NOTICIA 1196ª DESDE EL BAR: MITOLOGÍA EN LA UAH (1 de 2)

La semana pasada, entre los días 11 y 14 de este mes de marzo, la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) celebró su I Encuentro de Mitología, al que subtitularon "Espacios míticos: Arquitectura del Caos". Algunos medios de comunicación locales se hicieron eco para anunciarlo, aunque desde luego el lugar más propio donde apareció el evento fue en UAH.ESNOTICIA. Fueron un total de veintiuna conferencias de voces expertas del mundo académico ya desde sus cátedras, ya desde sus puestos de profesores, ya desde sus conocimientos como doctores o como alumnado. Como la propia Universidad de Alcalá anunció, lo organizaron las Áreas de Filología Griega y Filología Latina y el Departamento de Filología, Documentación y Comunicación Audiovisual de la Facultad de Filosofía y Letra. Y entre las varias personas organizadoras estaba una joven profesora que llegó a darme clase a mí durante mi carrera universitaria de Histori, obviamente sobre mitología grecolatina, se trata de María del Val Gago Saldaña, la cual dio una conferencia el jueves 14 llamada "Imágenes femeninas en la mitología grecorrama", pero lamentablemente no pude ir a verla (hube de ir por trabajo a otras conferencias especiales para archiveros que se celebraban en la Biblioteca Nacional de España).  De hecho no pude asistir a la mayoría de las conferencias de este encuentro de mitología, pero hice un hueco muy saludable para ir al menos a dos que se ofrecieron el martes 12, y de las que voy a tratar de haceros un pequeño esbozo para que os hagáis una idea de qué se habló. Aparte, deseaba reencontrarme con mi exprofesora para saludarla y ver cómo la iba, y veo que la va muy bien, lo que me alegra.

A lo largo de los cuatro días se pudo escuchar sobre mitología grecorromana, que es la que más ha nutrido la cultura y esencias europeas y del mundo occidental, pero también de la germana, la china, la japonesa, el vampirismo, el folclore de los cuentos, el cómic y la mitología clásica y moderna en él (algo que ya se habló en varias conferencias del I Congreso Internacional de Conferencias sobre Cómic y Novela Grafica celebrado en la UAH en 2011, Noticia 1011ª, Noticia 1012ª o también Noticia 1013ª), la literatura actual y la antigua, la filosofía, la religión, y algo de psicología. No obstante, los cuentos míticos, los mitológicos, no sólo pueden estar intentando explicarnos algo, sobre todo a la gente que pertenecía a otras culturas más necesitadas de explicaciones o esperanzas sobrenaturales, sino que también, como muchas veces las leyendas o los cuentos repetidos hasta la saciedad pueden pasar a ser realidad y transformar el ritmo de los acontecimientos y marcar la Historia por el mero hecho de pasar a existir en el colectivo de la mentalidad humana. Así por ejemplo, la leyenda de Rómulo y Remo alimentado por una loba pudo alimentar muy nutridamente un nacionalismo y un sentimiento de ser romano que recibió siglos más tarde un impulso imperialista con la obra de Virgilio titulada "La Eneida", una casi copia de "La Odisea" y "La Iliada", ambas de Homero, unidas. Pero también el mito de que el mundo era plano y en sus extremos había abismos infinitos y monstruos que se tragaban el agua retuvo a muchos marinos y exploradores a aventurarse para intentar navegar hacia occidente durante gran parte de la existencia de la Humanidad, por cierto que respecto a esto es destacable leer la única novela que escribió Edgar Allan Poe, "Narración extraordinaria de Arthur Gordon Pym" (1838).

Como sea, fue coincidencia que un día después de asistir a estas conferencias me encontrase en el tren de Madrid con un viejo amigo desde el instituto. Se acababa de hacer un tatuaje en uno de sus hombros, era, ni más ni menos, que la concepción del mundo que tenían los germanos. Un árbol que representa el mundo, cuyas raíces son devoradas por un dragón enterrado. Entre sus ramas corre una ardilla, y es que su copa es ese mundo celestial que lleva al Paraíso germano, el Wallhalla, donde viven los dioses y los guerreros al morir. En el tronco, los humanos vivos. Cuando el dragón devoré todas las raíces y la copa del árbol choque con el dragón, sería entonces, según los germanos, que se daría la gran batalla entre los héroes y los seres del inframundo. Una coincidencia realmente bien curiosa, pero que nos hace comprender lo vivos que están los mitos incluso hoy día, y no sólo porque lo tengamos inserto en nuestra cultura y por tanto en nuestra forma de ser y de pensar, sino también por todas esas nuevas historias tan viejas que hemos readaptado, Superman como el nuevo Hércules o Zeus, El Señor de los Anillos como el nuevo descenso a los Infiernos con una misión heróica, El Retrato de Dorian Gray como Narciso, etcétera.

1.- "¿Y si el Infierno no quema? El mundo de ultratumba en La Eneida de Virgilio (lectura recitada y comentada del libro VI)" (Antonio Alvar Ezquerra)

La primera conferencia que yo pude ver la impartió el profesor Antonio Alvar Ezquerra, y trató sobre "¿Y si el Infierno no quema? El mundo de ultratumba en La Eneida de Virgilio (lectura recitada y comentada del libro VI)". Y eso es lo que hizo exactamente, leernos y recitarnos esa parte del viejo libro que en su día encargó César Augusto a Virgilio en el siglo I para ensalzar su genealogía, emperantarlo con los héroes de la Guerra de Troya y, de paso, con los libros sagrados de La Odisea y La Iliada, casi nada. En su época tenía un claro mensaje político, pero hoy día tiene unos claros mensajes mitológicos, hasta tal punto que algunas partes hoy día pasarían por plagio, aunque en su época ni este existía, ni se entendía la existencia de tal asunto. 

El profesor Alvar está realizando una nueva traducción del latín  al castellano de esta obra, por eso la eligió, fue toda una primicia su lectura que avanzaba al público algo de su trabajo. Comenzó presentándonos al dios de los infiernso grecorromanos, Plutón, con su sobrenombre de la época: Dite, que en castellano significa "el Rico". El Hades (el Infierno) es el espacio más grande del mundo, de hecho su cielo es hasta tres o cuatro veces más alto que el cielo del mundo exterior de la tierra. Él recibe a los muertos, los cuáles se van acumulando junto a numerosos seres sobrenaturales. Plutón es por tanto un rico que se enriquece cada vez más, y que además no se deshace de aquello con lo que va agrandado sus pertenencias. El héroe Eneas debe bajar al Hades en determinado momento para reecontrarse con su padre muerto, pues necesita de él la información sobre su futuro y qué les espera a sus descendientes, que van a ser los futuros romanos, en concreto, los de línea más directa, la familia de de los César. Busca también información del pasado inmediato. Quiere saber sobre personas que ha conocido y perdido el rastro desde la guerra de Troya donde combatió hasta todo lo largo de su vagar sin patria por el mundo en busca de un lugar donde asentarse. De ese modo se encuentra con historias que no pudo saber sobre por ejemplo su amante Dido, de Cartago, o sobre numerosos guerreros enemigos y amigos que murieron en combate o bien en travesías de vuelta a sus casas. 

Antes que Eneas habían bajado al Hades otros héroes y dioses, como Teseo, Hércules (Heracles), Ulises (Odiseo) u Orfeo. Se supone que del Hades se entraba pero no se salía, y como se puede ver algunos seres excepcionales pudieron entrar y salir vivos. Es sin duda uno de los deseos más antiguos de los humanos, poder sobrevivir a la muerte, e incluso poder verse de nuevo en un reencuentro con los seres perdidos.

Al Infierno grecorromano (el Hades) se entraba por el lago Averno, que es un lago que existe de verdad. Hoy día se sitúa en él un restaurante en sus orillas, pero en un origen (y durando en nuestros días) hay allí numerosas emanaciones sulfurosas que hizo que los romanos lo llamaran lago "A Orno" ("El Horno"). Son como pequeñas chimeneas humeantes que vienen de las profundidades de La Tierra. En otras épocas el lago perdió dos terceras partes de su tamaño por el estallido de un volcán subterráneo, de ahí tal paraje. Existe otro mito antiguo que habla acerca de que las mujeres perdía allí todo pudor, y que las vírgenes dejaban de serlo. Pudiera ser cierto si se dieron casos de cultos a Hades que implicaran ritos sexuales. A los dioses del Averno se le sacrifican animales de color negro y que sean estériles, decían los griegos, y sólo durante la noche. Es un ritual que debía ser todo lo contrario en procedimiento que en los rituales destinados a los dioses que no fueran avernales. 

A la entrada del Hades hay diversos seres mitológicos horribles guardando la entrada, como górgonas e hydras, un árbol con las pesadillas de los sueños de los hombres adheridas a sus ramas, el perro Cerbero que distingue entre vivos y muertos, el lago Estigia y uno de los dioses más viejos, Caronte, con una barca donde por una moneda pasa a los muertos al otro lado. En la entrada, pasado todo esto, se encuentra un campo donde están las ánimas de los niños no nacidos y los niños muertos sin haber vivido el mundo, que es algo que cogerá siglos después el cristianismo para dar una idea del limbo, tras estos están las ánimas de los ajusticiados siendo inocentes y de los criminales, esperando un juicio final para ellos que se ha de celebrar pesando sus almas, y tras estos están las ánimas de los más desdichados y tristes: los suicidas. Pasados estos campos se llegan a otros donde se juntan los muertos por asuntos de amor y los muertos de los guerreros en combate. Y tras esto hay una bifurcación  del camino. Un camino lleva al Tártaro, que tiene un muro triple con acantilados y ríos bravos, un muro más sólido de acero y una torre enorme. Allí Radamante, hermano del Rey Minos (que transformaba todo lo que tocaba en oro cuando estuvo vivo), gobierna con torturas a los que allí van, para que confiesen sus culpas, sobre las cuáles aplicará castigos de sufrimiento eterno. Guarda las puertas una hydra. Es allí donde sus sombras son el doble de altas que el cielo terrestre. Allí las almas dan vueltas eternas sobre un rayo profundo. Habita ese lugar de los que han cumplido con su vida, los condenados. El otro camino se guarda también bien protegido por muros y fosos. Son los Campos Eliseos, donde van las ánimas de aquellos que pasaron el juicio final sin ser condenados. Allí es donde está el padre de Eneas, Anquises, viendo durante toda la eternidad como crecen las almas de sus descendientes futuros, por los siglos de los siglos, dando vueltas en torno a otro rayo. Como se puede ver hay aquí ya toda una iconografía muy propia de la religión cristiana que tomará mucho peso sobre todo a partir de la Edad Media. Está en nuestro génesis cultural y de creencias.

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